Nuestro director, el Dr. Ezequiel Arias Van Lierde, fue consultado por diario El Sol acerca de la importancia de cuidar la salud mental mientras continúa el homeoffice.

Muchos han retomado sus labores fuera de casa pero una gran cantidad de personas sigue trabajando de forma remota. ¿Cómo salir airosos de esta etapa?

Se estima que actualmente un tercio de la población mundial se encuentra en una situación de cuarentena o confinamiento. Gran parte del trabajo que desarrollaban estás personas ha pasado a prestarse por medios virtuales a distancia, es decir que el espacio del trabajo y de la casa se ha fusionado y esto ha generado una situación muy particular.

Este cambio puede ofrecer una ventaja que probablemente en gran parte porque modifica la manera de prestar servicios de muchas personas. Muchos se han dado cuenta que es muy sencillo a través de un dispositivo contestar diversas demandas que surgen del trabajo mientras se está ‘en casa’. Sin embargo, existe algo que no cambia y es que se mantiene la demanda de productividad, la exigencia, las fechas límite. Y es que la situación económica actual que toca vivir también ha impactado a las empresas, las que luchan para ‘mantenerse a flote’ y poder además, ver su demanda de tareas excepcionalmente aumentada.

Cabe destacar que todo este cambio en ‘apariencia bueno’ de alguna forma de prestar servicios tiene una contracara. Y ésta puede estar relacionada con la pérdida de límites entre el espacio personal, las necesidades familiares y las demandas laborales.

Y es que en el tránsito del trabajo a la casa y de la casa al trabajo se hacía una pausa de tiempo que permitía separar ambos ámbitos y roles. Ahora, muchos lo han perdido: trabajar en casa no tiene pausas ni horarios, llegan correos y llamados a la hora del almuerzo familiar, los chicos necesitan ayuda con la tarea cuando se está en una teleconferencia con el jefe.¡Todo se volvió un coctel de tareas, demandas y responsabilidades que afectan a el funcionamiento de la familia!

¿Cómo salir airosos de esta etapa?

Desde la perspectiva del funcionamiento familiar, la escuela en la casa ha tenido también un impacto indirecto en el rol de los padres. Esto es así porque el tiempo que los chicos estaban en la escuela a cargo de su maestra ahora requiere por así decirlo, una “tutoría” de alguien en la casa para cuidar que se lleven a cabo las tareas. Así también, la necesidad constante de puesta de límites en lo respectivo al uso de dispositivos, tiempo de redes sociales y hasta lo más cotidiano como los horarios de bañarse y comer.

La pareja no escapa a este cambio de rutinas. Por una parte, los chicos están todo el tiempo en la casa y hay una necesidad demandante de ellos de atención. Esto sumado a otras demandas propias del trabajo, pueden llevar a una pérdida de la intimidad y el momento ‘a solas’, por así decirlo, a una situación de desencuentro en la pareja.

Desde la perspectiva médica, se ha visto en este período de cuarentena que las quejas pasan por aumentos de forma general en los montos de ansiedad, cambios en los hábitos de alimentación, aumento de picoteo entre comidas (con su consecuente riesgo para el cuidado del peso y la salud), aumento del consumo de alcohol, dificultad para conciliar el sueño, sensación de agotamiento. Discusiones en la pareja por motivos en apariencia insignificantes, es decir irritabilidad, levantar la voz con frecuencia con los chicos. Es decir, el COVID-19 ha afectado de muchas formas. Hoy en día es muy común recibir todo este tipo de situaciones en la consulta.

Es así que propongo algunos consejos para cuidar la salud mental en la casa mientras trabajamos y atravesamos este especial momento de la vida:

1. Ante todo, mantener un orden. de nada sirve proponerse rutinas diarias que no se puedan cumplir, esto genera una sensación de frustración cotidiana que termina por perjudicar más de lo que ayuda. Sugiero que la rutina cotidiana se arme a partir de las cosas más importantes como son los momentos familiares del almuerzo y la cena y construir de forma concéntrica hasta otras cosas como horarios de trabajo.

 

2. Frente al caos ayuda pensar en cuáles son las prioridades. Para algunas personas puede ser ayudar a sus hijos a hacer tareas y cuidar sus hábitos. Otras pueden tener que ver con pensar en su salud, en el caso que deban cuidar su dieta o tomar medicación en algún tipo de esquema.

3.Hay que recordar que el descanso es parte del trabajo. Aunque parezca contradictorio para el cerebro… ¡no lo es! No se puede esperar estar un tiempo indeterminado trabajando sentados frente a una pantalla y tener el mismo rendimiento o la misma productividad luego de 8 horas. Si se exige de la misma manera en la hora 8 que en la hora 1 no se entenderá la necesidad que tiene el cerebro de descansar para poder seguir siendo eficaz y productivo.

 

4.Un consejo que damos todos los médicos desde todas las especialidades es la importancia de la actividad física siempre cuidando la salud y en la medida en la que sea posible. Para algunos la posibilidad de tener un momento para realizar una caminata o para otros hacer algo de gimnasia en su casa, es una gran ayuda para que el cerebro pueda estar en condiciones de retomar el trabajo y por otra parte mejora el estado de humor para la convivencia familiar.

 

5. Recordar que hay una infinidad de herramientas digitales para ayudar a organizarse y avisar cuándo es importante descansar.Extensiones del navegador que avisan cuándo llevamos demasiado tiempo trabajando. Apps para los teléfonos que ayudan a concentrarse en la actividad que se está realizando filtrando los mensajes para que evitar el Multitasking. Todas estas herramientas, si son bien utilizadas, tienen como finalidad aumentar no solo la eficacia en el trabajo, sino además que la persona pueda concentrarse cuando tiene que llevar adelante su trabajo y que maximice su capacidad de desempeño para luego poder  descansar y atender otras prioridades como la familia.

Por: Ezequiel Arias Van Lierde. Médico Psiquiatra. MP: 9286. Director general de Bienestar en Línea.