Existe un creciente problema que están padeciendo las empresas, tanto las grandes como las de menor envergadura. 

Los empleados se comprometen cada vez menos con sus tareas laborales hasta el punto de no importar sanciones de tipo disciplinaria o descuentos de su salario.

Las empresas crear estrategias para incorporar o mantener a su personal. Éstas se encuentran en un panorama donde existe alta insatisfacción laboral y descontento con las tareas, altos montos de ausentismo y litigiosidad al punto que esto puede entorpecer la tarea laboral y la productividad.

Pasaron las generaciones “generosas” de su tiempo y responsabilidad que asumían tareas, proponían formas de mejorar su trabajo, lo que en la calle se conoce como “ponerse la camiseta de la empresa”, ellos tenían una concepción de un futuro, de un día de mañana para el que constantemente se estaban preparando, trabajando sobre la confianza, un valor fundamental, una voluntad constructiva. Es común hoy en día que los aspirantes a un puesto de trabajo primero consultan por sus horarios libres y vacaciones, es decir preguntan en la entrevista de trabajo por el tiempo el que no van a concurrir a trabajar, esto es algo impensable para las generaciones que vinieron antes. Las empresas deben batallar con una generación desmotivada y con cada vez menor tolerancia a la critica. 

 

¿Quiénes son estos jóvenes misteriosos a quienes les cuesta tanto conectarse con el trabajo? Según un análisis realizado por el sitio [visioncritical.com](http://visioncritical.com) la generación MILLENIAL o generación Y es la generación que está instalada en el mercado laboral (personas nacidas entre 1980 y 1996). Tienen las siguientes elementos en común que los diferencia con la generación precedente:

 

  1. OPTIMISTAS: Tienen una concepción optimista del futuro y buscan generar un impacto positivo en el mismo. Si bien está característica es mencionada en el análisis consultado, creo que es importante mencionar este rasgo como algo que los separa con la generación posterior más joven que recién se

encuentra ingresando al ámbito laboral, está generación tiene una actitud pesimista en cuanto a su percepción sobre sí mismos y el futuro que les depara.

 

  1. ADOPTADORES de nuevas tecnologías, e hiperconectados, no suelen ser temerosos para probar aplicaciones y servicios online. Sobre todo, y esto es muy importante, si les permite lograr más control en su vida. Un ejemplo de esto pueden ser aplicaciones de productividad, finanzas y billeteras electrónicas, nuevos modos de comunicación, etc.

 

  1. COMPROMETIDOS: están comprometidos con causas sociales y buscan oportunidades para

expresarlas en todo momento, pudiendo iniciar comunicaciones a través de redes sociales, canales de videos, etc.

 

  1. DIVORCIADOS completamente de los medios tradicionales de publicidad y canales de venta,

prefieren hacer su propia búsqueda personal sobre sus productos y relacionarse con las empresas por la forma que previenen. No consumen lo que se ofrece en los medios tradicionales.

  1. 5. CONECTADOS en redes sociales con las que comparten varios aspectos de su vida, de esta manera comparten también sus opiniones y reviews sobre los intereses que sostienen.

 

  1. OCUPADOS en trabajos en los que pueden sentir que generan un impacto positivo a su medio. Prefieren tener control sobre su tiempo y trabajar por objetivos

 

Una característica que no figura en el estudio anterior es que es una generación que CUESTIONA

ABSOLUTAMENTE TODO, lo que desde un punto de vista de salud mental puede ser considerado algo muy sano, a nivel de las empresas y las instituciones donde trabaja cada millenial es visto como una “oveja negra” que se aparta del resto genera cuestionamientos sobre una cultura institucional que se viene sosteniendo. 

 

Un gran valor que tiene en común esta generación con su trabajo es que tienen muy presente la

necesidad de un equilibrio TRABAJO/VIDA. Esto que también podría ser considerado algo positivo igual que la capacidad de cuestionar también genera problemas en el medio laboral actual en el que las jornadas siguen siendo las mismas o no es posible pasar algún tipo de tareas laborales a la modalidad homeoffice. Un particular problema se presentó con la gran vuelta al trabajo posterior a la cuarentena provocada por la pandemia del COVID. En este sentido, muchos trabajadores tuvieron dificultad para volver a adaptarse a la presencialidad luego de haber estado casi un año sin asistir a su trabajo de forma presencial. 

 

El aislamiento preventivo y obligatorio de alguna manera nos enseñó a todos, que en menor o mayor medida, hay muchas cosas que podemos solucionar sin salir de casa, es innegable que el avance de  la virtualidad para la vida cotidiana ha tenido impacto también en la manera de pensar, cómo esta generación puede trabajar generando en ocasiones una desconexión emocional o una falta de propósito en los puestos de trabajo. Es decir, por una parte hay un mayor interés en el tiempo libre y actividades alternativas al desempeño laboral y por otra una desconexión con el medio laboral desde un punto de vista emocional. Esto ha Sido percibido a nivel internacional y las empresas están buscando conectar a los empleados con la finalidad o el “porqué” de sus trabajos.

 

Factores económicos como el aumento del costo de vida, endeudamiento y caída del ingreso pueden ser algunos de los elementos que también pueden borrar los incentivos en la productividad del trabajo para este grupo que estamos analizando. El trabajo era visto anteriormente como un medio para un fin, una herramienta para el desarrollo y la planificación de una vida. Actualmente el objetivo está puesto en la supervivencia, el Millenial no espera hacer una carrera de 30 años en una empresa para obtener una jubilación. 

 

En ese sentido, es una generación que vive más en el aquí y ahora. Su valor = EL TIEMPO, no el dinero.

 

Por otra parte la necesidad de este grupo de desarrollarse los hace particularmente ávidos por aprender nuevas habilidades, hoy en día, un trabajo que corre el riesgo de volverse monótono es un trabajo que no sera elegido o tendrá una alta rotación de personal. La posibilidad de aprender alguna habilidad o recibir capacitaciones especiales que permitan mejorar la paleta de aptitudes es algo que se prioriza. Por esta razón las empresas adoptan como estrategia absorber empleados y capacitarlos a medida que progresa su carrera ya encontrándose en su puesto laboral.

Para terminar, cabe considerar que para el mismo puesto, las variables pueden cambiar en funcion de la persona que esté desempeñando la tarea, además de las variables individuales, el grupo generacional tiene valores comunes que funcionan como direccionadores de la conducta y permiten anticiparse a las necesidades de la persona que ocupará el puesto. Tener en cuenta lo anterior permite que las empresas puedan ir ajustando sus actividades para lograr un mejor vínculo laboral y evitar el ausentismo y la conflictividad en el ámbito de trabajo.